(OSV News) -- Cuando Eduardo López de Casas fue abusado por un sacerdote durante sus años escolares, no tuvo el valor para contarle a su madre lo que estaba sucediendo, temiendo que afectara su fe en la Iglesia Católica. Al haber crecido escuchando sobre como su madre había sido criada y cómo encontró consuelo en su fe después de quedar huérfana a temprana edad en la Ciudad de México, "nunca quise interponerme en la fe de mi madre porque era muy fuerte", expresó López de Casas.
La madre de López de Casas falleció en 2021, sin nunca enterarse del dolor de su hijo por el abuso que había sufrido a manos de un hombre que se suponía estaba para darle consejos y orientación.
Ahora vicepresidente de la junta directiva de la Red de Sobrevivientes de Abusos por Sacerdotes (o SNAP, por sus siglas en inglés), López de Casas compartió su historia en el seminario web realizado en enero, "Conversaciones Valientes: Cómo las voces de los inmigrantes se silencian frente al abuso eclesiástico", como parte de una serie de conferencias organizadas por Awake, una organización de apoyo y defensa a los sobrevivientes que trabaja para apoyarlos y educar a los católicos sobre el tema del abuso sexual dentro de la Iglesia.
La organización independiente, sin fines de lucro, fue establecida en 2019 en Milwaukee por un pequeño grupo de católicos y recientemente amplió su enfoque. ¿Su misión? "Despertar a nuestra comunidad sobre la realidad plena del abuso sexual en la Iglesia Católica, trabajar para la transformación, y fomentar la curación para todos aquellos que han sido heridos", manifestó Catherine Owers, especialista en participación comunitaria de Awake, a OSV News en marzo.
Owers señaló que el episodio de Conversaciones Valientes tiene relación directa con la primera parte de la declaración de su misión: despertar a nuestra comunidad a la realidad plena del abuso sexual en la Iglesia Católica, ya que muchas personas, al pensar en el abuso en la iglesia y los sobrevivientes de abuso, "tienen esta imagen clásica de un hombre mayor, generalmente un hombre blanco mayor, que ha abusado del niño, (como) un sacerdote y tal vez el niño estaba sirviendo como monaguillo".
Si bien eso es cierto en muchos casos, hay otros tipos de sobrevivientes, afirmó Owers.
"Personas de color, mujeres, sobrevivientes que han experimentado abuso como adultos, tal vez no por sacerdotes sino por otros líderes religiosos, por religiosas, por ministros laicos", expresó Owers, agregando: "Entonces, tener estas conversaciones, donde realmente destacamos la diversidad de historias, creo que es tremendamente importante".
Además de López de Casas, el seminario web también dio a conocer las experiencias de Aimee Torres, una cineasta filipina de Los Ángeles que fue lastimada por un sacerdote cuando era niña, y de Susan Bigelow Reynolds, profesora asistente de Estudios Católicos en la Escuela de Teología Candler de la Universidad Emory en Atlanta.
Reynolds, cuyo ensayo "'Seguramente Te Deportaré': Desvelando el Abuso Sexual del Clero en Comunidades de Inmigrantes" ("'I Will Surely Have You Deported': Undocumenting Clergy Sexual Abuse in Immigrant Communities") fue publicado en la revista Religion and American Culture en 2023, declaró que, para su investigación, examinó el caso de Peter Edward Garcia, un sacerdote de la Arquidiócesis de Los Ángeles entre los años 1960 a 1980. Garcia había escogido a los hijos de inmigrantes indocumentados para abusar sexualmente de ellos, amenazándolos con la deportación si alguna vez lo delataban.
"(Garcia) sirvió por un tiempo como jefe del programa de alcance hispano en la arquidiócesis, lo que le dio un estatus único y confiable, especialmente para las familias recién llegadas", compartió Reynolds durante el seminario web. Luego "utilizaba el estatus migratorio indocumentado de las familias para amenazar efectivamente a estos niños, niños y adolescentes ... que sienten un obvio y comprensible sentido de lealtad y fidelidad a sus familias, que se transforma en silencio, para asustarlos para que no reporten su violencia", agregó.
Garcia fue acusado de abusar al menos de 12 menores en un período de 20 años. Fue laicizado en 2006 y murió en 2009, según registros de bishop-accountability.org.
Reynolds señaló el abuso de poder y el clericalismo como los principales contribuyentes al encubrimiento del abuso sexual en la Iglesia Católica, ya que, debido a estos, los perpetradores gozaban de inmunidad frente al enjuiciamiento penal debido a su posición en la iglesia.
Sin embargo, el clericalismo no opera en un entorno vacío, agregó Reynolds.
"El clericalismo gana tracción, gana fuerza y poder al interactuar con otras estructuras de dominación basadas en la raza, la etnia, la clase, el estatus legal, el género, y la edad", afirmó.
Torres observa las dinámicas de poder en juego en su experiencia de abuso. Creciendo en una familia predominantemente católica de inmigrantes filipinos, ella presenció cómo los sacerdotes tenían un estatus reverenciado dentro de su comunidad y cómo eran vistos como "pequeños reyes". Inevitablemente condicionada por su cultura, no denunció el abuso que sufrió a manos de un sacerdote, un amigo cercano de su tía, entre las edades de 8 y 12 años, hasta que tenía 17 años.
"El sacerdote que me abusó usó su poder como sacerdote sobre mí porque yo sentía, en ese momento, que estaba haciendo algo mal", señaló Torres. "En ese momento, te sientes tan pequeño frente a alguien así", añadió.
Debido a que los inmigrantes enfrentan desafíos únicos asociados con dificultades económicas, idioma, y discriminación, entre otros, se vuelven más vulnerables a posibles actos de abuso.
Incluso antes de la muerte de su padre a una edad temprana, la madre de Torres, que enfrentaba presiones financieras, trabajaba "a tiempo completo y carecía de recursos para el cuidado de los niños", dejando a Torres y a su hermana al cuidado de su tía.
"El sacerdote que me abusó, venía todos los domingos después de Misa en su parroquia y se quedaba en casa de mi tía, y ahí es donde ocurrió el abuso", compartió.
Para López de Casas, fue la barrera del idioma la que se convirtió en el mayor obstáculo cuando intentó denunciar las primeras instancias de abuso en la escuela (esto fue antes de ser abusado por un sacerdote). Queriendo saber qué le estaba pasando a su hijo, los padres de López de Casas se reunieron con el director de la escuela, los consejeros, y los maestros. Como no hablaban inglés, recurrieron a un intérprete.
Sin embargo, "desde el principio, aunque era muy joven, aprendí inmediatamente en estas reuniones que, cada vez que decía algo, ellos traducían mis declaraciones a mi mamá, pero eran muy blanqueadas ... lo hacían de una manera en que yo quedaba mal y los depredadores parecieran cuerdos", manifestó.
Esto determinó la forma en que denunciaría (o no) futuras instancias de abuso.
En respuesta al llamado de Reynolds al final del webinar para revelar "más casos" de inmigrantes que han sufrido abuso dentro de la Iglesia "y sacarlos a la luz", Owers señaló que Awake continúa trabajando para cerrar "la brecha entre los sobrevivientes y los católicos preocupados por aprender más".
En una entrevista anterior con OSV News, Sara Larson, directora ejecutiva de Awake, declaró haber visto a "muchos sobrevivientes trabajar muy duro para desconectar su abusador y las cosas que él o ella dijo o hizo o la forma en que se utilizó la espiritualidad; desconectar aquello de su propia vida espiritual, de su propia comprensión de Dios y, para algunos, de su propia relación con la Iglesia".
Awake tiene la "misión de estar realmente centrada en los sobrevivientes" y de "asegurarse de que cuando las personas interactúen con sobrevivientes de abuso, estén preparadas y capacitadas para acercarse de manera que no causen daño adicional", agregó.
"(Los sobrevivientes) están ahí fuera y son parte de nuestra comunidad", expresó Owers.
"También queremos continuar conectándonos con los líderes de la Iglesia y brindarles recursos para ayudar a la iglesia a ser más segura, más responsable, y compasiva", añadió.