Paolo Ondarza - Ciudad del Vaticano
Sri Lanka está sumida en el caos. El Primer Ministro dimisionario, Mahinda Rajapaksa, ha sido evacuado junto con su familia a una localidad secreta después de que su residencia fuera asaltada ayer por manifestantes. La evacuación es el acto conclusivo de una jornada de duros enfrentamientos entre militantes del partido en el poder y manifestantes de la oposición que han rodeado la residencia presidencial desde el 9 de abril.
A primera hora de la tarde, se produjeron disparos desde el interior de la residencia del Primer Ministro cingalés y la policía lanzó gases lacrimógenos para alejar a la multitud. Según fuentes policiales, los disparos se hicieron al aire para evitar que la gente rompiera la valla de seguridad donde se encontraba el jefe de gobierno. Este último dimitió por la tarde tras los enfrentamientos en Colombo.
El Jefe de Estado Gotabaya Rajapaksa, hermano del ex Primer Ministro, concedió poderes especiales a los militares para restablecer el orden e impuso un toque de queda en todo el país. Los manifestantes también exigen su dimisión. El clan Rajapaksa, que lleva 17 años en el poder, es considerado culpable de la quiebra del país con la peor crisis económica desde la independencia en 1948.
Faltan combustible, alimentos y medicinas. Entre las causas están la crisis energética mundial provocada por la crisis en Ucrania, el colapso de una economía basada en el turismo tras la pandemia, pero sobre todo los recortes impuestos por el gobierno de Colombo. El país tiene una deuda externa de 51.000 millones de dólares a la que ya no puede hacer frente. (Foto AFP)