El Santo Padre Francisco envió su telegrama de pésame por el fallecimiento del cardenal José Freire Falcao, arzobispo emérito de Brasilia, a Monseñor Paulo Cezar Costa, arzobispo de Brasilia, en el que expresa que recibió con dolor la noticia y su unión de oración con la arquidiócesis, con la familia del fallecido y con todos aquellos que lloran su muerte. Encomienda “al querido cardenal a la misericordia de Dios, recordando su preciosa colaboración en los distintos organismos de la Santa Sede” y sus encuentros con este pastor “apasionado por la evangelización”.
Apasionado por la evangelización – se lee en el telegrama – fue solícito en poner los dones recibidos del Señor al servicio del Pueblo de Dios y de sus hermanos obispos, especialmente durante los años en los que fue presidente de la Conferencia Episcopal.
“Doy gracias al Padre del cielo por su ministerio episcopal, en el que se prodigó con generosidad al conducir al pueblo que le fue confiado por los caminos del Evangelio, con el mismo celo con el que había realizado sus servicios precedentes.”
Mientras encomiendo a la protección maternal de la Virgen María a sus seres queridos, así como al Señor Arzobispo, a los que le asisten en su ministerios y a todos los fieles de la archidiócesis – concluye el telegrama del Papa – les imparto de todo corazón, así como a todos y a los que participan en las exequias, la consoladora Bendición Apostólica.
La Arquidiócesis de Brasilia anunció el fallecimiento del purpurado, a la edad de 95 años, debido a complicaciones del COVID-19. La muerte se produjo el 26 de septiembre de 2021, a las 22:40 horas, en el Hospital de Santa Lúcia, Asa Sul. El cardenal fue ingresado el 17 de septiembre, como medida preventiva, tras dar positivo en la prueba de COVID-19. En la madrugada del 24 de septiembre, Dom Falcão tuvo un empeoramiento de su estado respiratorio y renal, requiriendo una intubación respiratoria para dar mayor confort a su estado.
Su ausencia es muy sentida por toda la Arquidiócesis de Brasilia, amigos y fieles, por la huella indeleble que Monseñor Falcão dejó en las numerosas obras pastorales que realizó en Brasilia.
José Freire Falcão nació el 23 de octubre de 1925 en la ciudad de Ereré, en Ceará. Animado por su familia, desde muy joven soñaba con ser sacerdote. Ingresó en el Seminario de Prainha, en Fortaleza, a los 14 años. Fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1949 y en 1967, más concretamente el 17 de junio, fue nombrado obispo, convirtiéndose en pastor de la misma diócesis en la que ya había ejercido su sacerdocio durante veinte años: Limoeiro do Norte, en Ceará. En 1971 fue nombrado arzobispo de Teresina, en Piauí, donde permaneció hasta 1984, cuando fue trasladado a Brasilia. Fue nombrado cardenal el 28 de junio de 1988, habiendo participado en 2005 en los funerales de Juan Pablo II y en el cónclave que eligió al Papa Benedicto XVI.
El cardenal Falcão fue el segundo arzobispo de Brasilia y estuvo al frente de la archidiócesis entre 1984 y 2004, cuando se retiró. Durante este período en el que dirigió la Iglesia en Brasilia, Dom Falcão ordenó a varios sacerdotes y creó varias parroquias en el Distrito Federal. Todavía durante su gobierno, preparó la recepción al Papa en 1991, creó la Casa del Clero y estimuló los movimientos eclesiales, entre otras obras. En cuanto a la elección de su lema episcopal, "In humilitate servire" ("Servir con humildad"), el Cardenal explicó en una ocasión a los fieles de la Capital Federal: "Tomé como lema Servir con humildad, porque puse mi ministerio pastoral en manos del Señor, porque Él nunca falla a los que hacen la voluntad del Padre, en seguir su llamada, en dar su sí".
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