CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Todo el mundo debe participar en la política, que es simplemente lo que significa tomar parte constructivamente en la vida de una nación o sociedad, dijo el Papa Francisco en un nuevo libro de entrevistas.
Incluso el Evangelio tiene "una dimensión política" en la medida en que busca convertir "la mentalidad social, incluso religiosa, de la gente", dijo, según una serie de extractos publicados por Vatican News y otros medios el 26 de febrero.
Con motivo del décimo aniversario de la elección del Papa, los periodistas Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti publicaron el 1 de marzo un libro que recopila una década de entrevistas con el Papa en español.
Titulado "El Pastor", el libro recoge los "retos, razones y reflexiones" del Papa Francisco a lo largo de su pontificado. Rubin y Ambrogetti habían recopilado previamente dos años de entrevistas con el entonces cardenal Jorge Bergoglio de Buenos Aires para su libro de 2010 "El Jesuita", que se convirtió en un éxito de ventas después de que el cardenal fuera elegido pontífice, y retitulado "Papa Francisco. Conversaciones con Jorge Bergoglio: Su vida en sus propias palabras".
En "El pastor", los autores retoman el tema para cubrir su pontificado y el camino que ha seguido.
Dijo que su plan siempre ha sido "llevar a cabo lo que los cardenales expresaron en las congregaciones generales en vísperas del cónclave", que era "revitalizar el anuncio del Evangelio, reducir la centralización en el Vaticano", erradicar los abusos a menores y luchar contra la corrupción económica.
A la pregunta de qué diría a quienes le acusan de "hacer política", el Papa respondió: "Sí, hago política. Porque todo el mundo tiene que hacer política. Los cristianos tienen que hacer política. Cuando leemos lo que dijo Jesús vemos que hacía política".
El Papa explicó entonces lo que entendía por "política", diciendo que es "una forma de vida para la 'polis', para la ciudad".
"Lo que yo no hago, ni debe hacer la Iglesia, es política de partido (o partidista). Pero el Evangelio tiene una dimensión política, que es transformar la mentalidad social, incluso religiosa, de la gente", afirmó.
Hablando de la creciente polarización en el mundo, el Papa dijo: "no somos agua y aceite, somos hermanos y hermanas".
La humanidad debe superar esta "categoría de agua y aceite y avanzar hacia la fraternidad", que es precisamente lo que a la gente le cuesta ver cuando hay un conflicto, cuya vocación es la fraternidad, dijo.
"Cuando ignoramos esto, comienzan las divisiones y así es en todas partes", dijo.
En cuanto a la actividad económica, el Papa Francisco dijo que no "condena" el capitalismo ni la economía de mercado, pero que es necesario lo que propugnó San Juan Pablo II, es decir, una nueva "economía social de mercado", que equilibre la competencia y el progreso social.
Hoy prevalece el mundo de las finanzas, dijo, y "en lo que todos podemos estar de acuerdo es en que la concentración de la riqueza y las desigualdades han aumentado y mucha gente muere de hambre". Si se centra tanto en los pobres y los necesitados, "es porque eso es lo que hizo Jesús y lo que dice el Evangelio".