Trump cambia la postura del Gobierno en el caso ante la Corte Suprema sobre la prohibición de la transición de género a menores
Por Kate Scanlon, OSV News
WASHINGTON (OSV News) -- La administración Trump cambió el 7 de febrero la posición del gobierno en un caso de la Corte Suprema relacionado con una ley del estado de Tennessee que prohíbe ciertos tipos de procedimientos médicos o quirúrgicos de reasignación de género para menores que se identifican como transgénero.
Sin embargo, la administración también instó a la Corte Suprema a continuar revisando la disputa de la administración Biden, a la que se unieron los grupos de defensa de LGBTQ+.
La cuestión en litigio en el caso aún pendiente ante la Corte Suprema es si la ley de Tennessee, Proyecto de Ley del Senado 1, viola la cláusula de igualdad de protección de la 14ª Enmienda, según la cual “ningún estado puede negar la igualdad de protección bajo la ley a ninguna persona dentro de su jurisdicción”.
La administración Biden, junto a grupos como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), argumentó que la ley sí violaba la 14ª Enmienda, pero el Subprocurador General Curtis Gannon escribió en una carta del 7 de febrero al tribunal en nombre de la administración Trump: “las opiniones previamente declaradas del gobierno ya no representan la posición de los Estados Unidos”.
Sin embargo, la carta también argumentó que el tribunal debería continuar su revisión del caso.
“La pronta resolución por parte de la Corte de la cuestión planteada influirá en muchos casos pendientes en los tribunales inferiores”, escribió Gannon.
El cambio de postura era de esperar, y el hecho de que dos partes distintas -- el gobierno federal y la ACLU -- argumentaran en el caso en diciembre significa que el desafío legal podría continuar a través de la ACLU y los otros grupos implicados.
Una declaración conjunta del 7 de febrero de Lambda Legal, la ACLU, la ACLU de Tennessee y el bufete de abogados Akin Gump argumentó que “la prohibición discriminatoria y sin fundamento de Tennessee sigue trastornando las vidas de nuestros demandantes -- adolescentes transexuales, sus familias y un proveedor médico”.
“Estos habitantes de Tennessee han visto violado su derecho constitucional a la igualdad de protección ante la ley por parte del estado de Tennessee”, dice el comunicado. “Esta última movida de la administración Trump es otra indicación de que están utilizando el poder del gobierno federal para apuntar a grupos marginados para una mayor discriminación. Condenamos esta última medida y seguiremos luchando para reivindicar los derechos constitucionales de todas las personas LGBTQ.”
Se espera un fallo del alto tribunal -- en caso de que continúe su revisión -- para el final de su actual mandato, que suele terminar en junio.
Al menos 25 estados liderados por republicanos han aprobado leyes que restringen o prohíben la cirugía de reasignación de sexo o los tratamientos hormonales relacionados para menores, aunque no todas esas prohibiciones están actualmente en vigor en medio de desafíos legales, según datos del Movement Advancement Project, un grupo de política LGBTQ+. Una sentencia en el caso U.S. vs. Skrmetti podría tener un impacto significativo en el futuro de estas leyes.
Los partidarios de prohibir las intervenciones quirúrgicas de transición de género o los tratamientos hormonales a los menores que se identifican como transexuales afirman que tales restricciones evitarán que tomen decisiones irreversibles de niños de las que más tarde podrían arrepentirse de adultos. Los detractores de tales prohibiciones argumentan que impedir esas intervenciones podría causar otros daños a los menores, como problemas de salud mental o autolesiones físicas.
En unas directrices sobre política y prácticas de salud publicadas en marzo de 2023, el Comité de Doctrina de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. afirmó que la Iglesia se opone a las intervenciones que “implican el uso de técnicas quirúrgicas o químicas que pretenden cambiar las características sexuales del cuerpo de un paciente por las del sexo opuesto o por simulaciones de las mismas”.
“Cualquier intervención tecnológica que no esté de acuerdo con el orden fundamental de la persona humana como unidad de cuerpo y alma, incluida la diferencia sexual inscrita en el cuerpo, en última instancia no ayuda, sino que, más bien, perjudica a la persona humana”, afirma el documento.
Un estudio realizado en 2022 por el Instituto Williams de la UCLA reveló que en EE.UU. hay aproximadamente 1,6 millones de personas que se identifican como transexuales, y cerca de la mitad de esa población tiene entre 13 y 24 años.