MIAMI (OSV News) – La universalidad y la riqueza de la Iglesia Católica se exhibieron de forma vibrante en la Catedral de St. Mary el 8 de enero de 2023, Fiesta de la Epifanía, cuando católicos de todas las edades que representaban a diversos grupos culturales y étnicos se reunieron para participar en la Misa anual de la Migración, presidida por el Arzobispo Thomas Wenski.
La Misa ha sido una tradición anual en la Arquidiócesis de Miami desde 1997. Hasta hace poco coincidía con la celebración de los obispos de los Estados Unidos de la Semana Nacional de la Migración – la cual ahora tiene lugar en septiembre para coincidir con la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado proclamada por el Vaticano.
Los apostolados brasileño, chino, filipino, haitiano, indio, jamaiquino, coreano, nigeriano, polaco, trinitense y vietnamita participaron en la Misa, parte de la cual se celebró en muchos de sus idiomas. Las lecturas se proclamaron en criollo haitiano y polaco, y el Evangelio en igbo.
Representantes de los distintos apostolados leyeron las Oraciones de los Fieles en nueve idiomas.
Muchos de los presentes vestían los hermosos trajes tradicionales de sus países, como la karabela haitiana, el hanbok coreano, el traje Tang chino, y el sari indio.
"Hoy celebramos el rico don de nuestra diversidad", manifestó el Arzobispo Wenski al comienzo de la Misa. "Mucha gente teme la diversidad. Mucha gente cree que la diversidad nos divide. Pero no nos divide; nos enriquece. Lo único que puede dividirnos es el pecado".
El Arzobispo Wenski también compartió el significado de la Misa de la Migración, al señalar que "católico" deriva de una palabra griega que significa "universal".
"No es casualidad que celebremos la Misa [de la Migración] en la Fiesta de los Reyes Magos, porque los Reyes Magos nos muestran la universalidad de la salvación, y también la universalidad de la familia humana. Todos somos hermanos y hermanas, hermanos y hermanas de un mismo padre".
Este hecho se reflejó de manera poderosa en el Padre Nuestro, cuando cada participante lo rezó en su lengua materna.
La rica diversidad de la comunidad del Sur de la Florida se hizo evidente no sólo a través de la variedad de atuendos tradicionales y de las numerosas lenguas habladas, sino también a través de la música. Coros de diversos grupos culturales cantaron en sus lenguas nativas. Los coros haitiano y chino cantaron durante el Ofertorio. Los coros coreano y filipino cantaron durante la Comunión. El coro nigeriano cantó el postludio acompañado de sus instrumentos tradicionales, como el alo (gong de metal), el igba (tambor cilíndrico) y el udu (tambor de cerámica).
El Arzobispo también aprovechó la ocasión para elogiar a Catholic Legal Services (Servicios Legales Católicos) de la Arquidiócesis de Miami, organización al servicio de los inmigrantes, que celebra su 25to aniversario.
John West, de la parroquia de Visitation, en North Miami, quien representó a Trinidad y Jamaica durante las Oraciones de los Fieles, dijo que una de las enseñanzas que más le habían impresionado fue "ver cuántos católicos hay en el mundo, y cómo los católicos proceden de tantas culturas y etnias".