Felipe Herrera-Espaliat, Abu Dabi
Más de diez mil kilómetros separan Jordania de Haití, pero esos dos países hoy están profundamente unidos por el Premio Zayed que ha recaído en representantes de dichas naciones. Este galardón, anunciado a las 15.00 horas de este viernes en Abu Dabi, reconoce las contribuciones a la promoción de un mundo más pacífico, armonioso y compasivo. Fue instituido como uno de los primeros frutos de la firma del Documento de la Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común, el 4 de febrero de 2019 por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayeb, egipcio y una de las máximas autoridades del islam sunita.
Tras recibir y evaluar más de 200 postulaciones, un jurado independiente, integrado por ex jefes de Estado, un ganador del Nobel de la Paz y expertos en diálogo intercultural e interreligioso, concedió el premio la organización humanitaria haitiana Fokal, y al Rey Abdullah II ibn Al Hussein y la Reina Rania Al Abdullah de Jordania.
Apenas conocidos los nombres de los vencedores de este año, el Presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso de la Santa Sede, cardenal Miguel Ángel Ayuso-Guixot, explicó que “el significado principal del premio es un modo para recordar la importancia de la responsabilidad común y personal, comunitaria e individual, que tenemos para promover el valor de la fraternidad humana”. Lo dice con especial fuerza precisamente en el momento en que el mundo asiste con dolor al inicio de un conflicto armado entre Ucrania y Rusia.
La Fundación Fokal para el Conocimiento y la Libertad nació en Haití en 1995 y actualmente despliega un amplio trabajo con comunidades locales y organizaciones de la sociedad civil del país caribeño, sosteniendo y promoviendo una gran variedad de proyectos en áreas como las artes, la cultura, el desarrollo y la educación. Sus programas focalizados en la formación de miles de jóvenes, sus iniciativas de servicio al bien común, así como su permanente espíritu por construir una sociedad más próspera y armoniosa en medio de uno de los países más pobres del mundo, impactaron al jurado que decidió concederles el reconocimiento.
Para Michèle Pierre-Louis, presidenta de Fokal, el Premio Zayed llegó como una gran sorpresa que la emocionó hasta las lágrimas. Habían postulado como asociación, pero jamás pensaron que les otorgarían este galardón que en su primera versión recibieron el mismo Papa y el Gran Imán de Al-Azhar. “Es un honor considerable y un gran refuerzo de ánimo”, confidenció esta mujer que entre 2008 y 2009 fue la Primera Ministra de Haití.
El juez Mohamed Abdelsalam, Secretario General del Comité Superior para la Fraternidad Humana, manifestó que “al conceder el Premio Zayed a la Fraternidad Humana a Fokal, pretendemos dar a conocer los esfuerzos de las instituciones y organizaciones humanitarias para ofrecer modelos inspiradores a personas e instituciones de todo el mundo para que hagan todo lo posible por promover los valores de la fraternidad, la tolerancia y la convivencia".
Al igual que las dos versiones anteriores, el Premio Zayed 2022 tiene más de un ganador. Esta vez será compartido con los reyes Abdullah II y Rania de Jordania, cada uno con méritos propios, según los miembros del jurado, por ser una fuente de inspiración y un verdadero epítome de la fraternidad humana. Del líder del Reino Hachemita se ha valorado su rol crucial en el diálogo interreligioso en toda la región de Oriente Medio, su trabajo por superar las divisiones entre los musulmanes y su compromiso por fortalecer las relaciones entre Occidente y Oriente. A la reina se le reconoce su férrea defensa de los derechos de los refugiados en todo el mundo y su compromiso en la promoción de la tolerancia y la inclusión a través de los diversos proyectos que lidera.
Respecto de estos ganadores, Mohamed Abdelsalam explicó que el rey Abdullah II “ha presentado un modelo de tolerancia en la región, y apoya el diálogo entre religiones y culturas”, mientras que la reina Rania “es un modelo pionero para las mujeres árabes y ha contribuido en gran medida a empoderar a las niñas jordanas y a garantizar sus plenos derechos”.
Este galardón se concede en memoria del padre fundador de los Emiratos Árabes Unidos, el Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, y distribuye un millón de dólares para que los ganadores sigan perseverando en su contribución a la fraternidad humana. Este valor, permanentemente promovido por el Papa Francisco, arranca del “hecho que somos todos hijos e hijas del Padre Creador. Eso es lo que somos, pero eso no es solo un hecho, es también una vocación, y la vocación es precisamente de tratarnos como hermano y hermana. De pasar de la esencia a los actos, a los gestos de misericordia, de justicia o, con las palabras del Sínodo, de caminar juntos”, detalla el cardenal Michael Czerny, Prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, quien este año integró el jurado que deliberó acerca del reconocimiento. La ceremonia de entrega del Premio Zayed 2022 se realizará dentro de los próximos días.